La constelación de Orión preside las noches invernales observándonos desde lo alto de la bóveda celeste. Sus 7 estrellas principales (Alnitak, Alnilam, Bellatrix, Betelgeuse, Mintaka, Rigel y Saiph), forman una figura fascinante que induce una armonía exquisita.
Según la mitología, el gigante Orión hijo de Poseidón (dios del mar) y de Gea (diosa de la Tierra). Orión era un gran cazador, y además, era su pasión.
Cuenta la leyenda que Orión se enamoró de Artemisa, diosa de la caza. Su enamoramiento fue llevado al límite, hasta el punto de querer forzar a la Diosa. Para vengarse del cazador, Artemisa envió un escorpión para que lo matase. El escorpión picó a Orión, pero éste último lo aplastó con su garrote. La diosa Artemisa catasterizó a Escorpión.
Pero Artemisa se arrepintió de lo que hizo y ordenó catasterizar a Orión, situándolo junto a sus dos perros de caza Sirio (representado por Canis Major) y Procyon (representado por Canis Minor).
Del cinturón del cazador pende una daga, si se apunta un telescopio hacia esa daga se puede apreciar uno de los objetos más impresionantes del cielo: M42, la gran nebulosa de Orión:
Esa es una de las muchas historias que se pueden escuchar sobre el cielo, todas ellas apasionantes. Cuanto te asomas al cielo y las intentas interpretar te puedes quedar entusiasmado con sus formas, pero todavía es más el entusiasmo cuando apuntas un telescopio a esas zonas y observas cosas tan increíbles como M42. Nuestro lugar en el Universo se torna un punto insignificante dentro de la majestuosidad de las formas del cielo.
Según la mitología, el gigante Orión hijo de Poseidón (dios del mar) y de Gea (diosa de la Tierra). Orión era un gran cazador, y además, era su pasión.
Cuenta la leyenda que Orión se enamoró de Artemisa, diosa de la caza. Su enamoramiento fue llevado al límite, hasta el punto de querer forzar a la Diosa. Para vengarse del cazador, Artemisa envió un escorpión para que lo matase. El escorpión picó a Orión, pero éste último lo aplastó con su garrote. La diosa Artemisa catasterizó a Escorpión.
Pero Artemisa se arrepintió de lo que hizo y ordenó catasterizar a Orión, situándolo junto a sus dos perros de caza Sirio (representado por Canis Major) y Procyon (representado por Canis Minor).
Del cinturón del cazador pende una daga, si se apunta un telescopio hacia esa daga se puede apreciar uno de los objetos más impresionantes del cielo: M42, la gran nebulosa de Orión:
Esa es una de las muchas historias que se pueden escuchar sobre el cielo, todas ellas apasionantes. Cuanto te asomas al cielo y las intentas interpretar te puedes quedar entusiasmado con sus formas, pero todavía es más el entusiasmo cuando apuntas un telescopio a esas zonas y observas cosas tan increíbles como M42. Nuestro lugar en el Universo se torna un punto insignificante dentro de la majestuosidad de las formas del cielo.
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