La constelación de Orión preside las noches invernales observándonos desde lo alto de la bóveda celeste. Sus 7 estrellas principales (Alnitak, Alnilam, Bellatrix, Betelgeuse, Mintaka, Rigel y Saiph), forman una figura fascinante que induce una armonía exquisita. Según la mitología, el gigante Orión hijo de Poseidón (dios del mar) y de Gea (diosa de la Tierra). Orión era un gran cazador, y además, era su pasión. Cuenta la leyenda que Orión se enamoró de Artemisa, diosa de la caza. Su enamoramiento fue llevado al límite, hasta el punto de querer forzar a la Diosa. Para vengarse del cazador, Artemisa envió un escorpión para que lo matase. El escorpión picó a Orión, pero éste último lo aplastó con su garrote. La diosa Artemisa catasterizó a Escorpión. Pero Artemisa se arrepintió de lo que hizo y ordenó catasterizar a Orión, situándolo junto a sus dos perros de caza Sirio (representado por Canis Major) y Procyon (representado por Canis Minor). Del cinturón del cazador pende una daga...
Se dice que Ernest Rutherford, Nobel de Química en 1908, contaba la siguiente anécdota: Un estudiante estaba a punto de recibir un cero por la respuesta que había dado a un problema de Física: - Lea la pregunta del examen y decida. Demuestre como es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro. El estudiante había respondido: “Llevamos el barómetro a la azotea del edificio y le atamos una cuerda muy larga. Lo descolgamos hasta la base del edificio, marcamos la cuerda y medimos. La longitud de la cuerda será igual a la longitud del edificio." Sugerí que se diera al alumno otra oportunidad. Le concedí cinco minutos para que me respondiera la misma pregunta, pero esta vez con la advertencia de que en la respuesta debía demostrar sus conocimientos de Física. El estudiante escribió la siguiente respuesta: “Cogemos el barómetro y lo lanzamos al suelo desde la azotea del edificio, calculamos el tiempo de caída con un cronómetro. Después aplicamos la ...